Jean Shinoda Bolen: una bruja atrevida

Por América Lanzzini

A los 77 años, Jean Shinoda Bolen es un excelente ejemplo para todas las mujeres adultas mayores. Porque esta doctora en medicina, analista junguiana, escritora y conferencista internacionalmente conocida, ha demostrado que la edad no es un impedimento para seguir vigentes y disfrutando plenamente de la vida. Y es más, Jean considera que al ir “creciendo” con los años, cada una de nosotras puede extraer grandes tesoros espirituales  de sus experiencias…

-A mí me interesan las mujeres maduras, con humor y activas –asegura-. A partir de los 40 años empieza lo mejor si eres capaz de darte cuenta de la cantidad de cualidades potenciales que hay dentro de ti. Entonces te entran ganas de convertirte en bruja.

-¿Qué es para usted una bruja?

-Es una persona con poder personal. Las brujas sabias dicen la verdad con compasión. No comulgan con lo que no les gusta, pero no tienen la rabia de las mujeres más jóvenes. Las brujas sabias son capaces de mirar hacia atrás sin rencor ni dolor; son atrevidas, confían en los presentimientos, meditan a su manera, defienden con firmeza lo que más les importa, deciden su camino con el corazón, escuchan su cuerpo, improvisan, ríen y tienen los pulgares verdes: conectan sus manos con las plantas.

A cambiar  el mundo

-Las mujeres –advierte Shinoda Bolen-  tienen la oportunidad de cambiar el mundo en las próximas décadas. Pero, si no lo hacen ya, probablemente no lo harán. Las mujeres que se lo permiten pueden hoy llegar al equilibrio, a ser completas, fuertes y vulnerables al mismo tiempo. No tengo la menor duda de que un pequeño grupo comprometido puede cambiar el mundo. Yo aliento a las mujeres a formar círculos que tengan un componente espiritual. Simplemente escuchando los problemas, anhelos y miedos de otras mujeres y contando los tuyos, adquieres fuerza.

Durante los últimos 25 años, Jean ha pertenecido a un círculo de mujeres que sentadas en silencio establecen una conexión espiritual con poder transformador.

-Encendemos una vela, guardamos silencio, contamos lo que nos preocupa, debatimos y juntamos nuestras energías con un propósito. Convocamos el poder interior y exterior. La espiritualidad, la física cuántica y el budismo dicen lo mismo: Todo y todos estamos interconectados y por tanto lo que cada uno haga influye en este planeta. Los círculos de mujeres transforman la Tierra y un número crítico de círculos de mujeres puede activar las cualidades femeninas tan necesarias para que el mundo cambie.